jueves, 27 de septiembre de 2007

Doping en el beis mexicano


Un jugador de la selección nacional que ganó el bronce en Santo Domingo dio positivoPedro Díaz G.

La Organización Deportiva Panamericana (Odepa), que preside el mexicano Mario Vázquez Raña, decidió retirar a México la medalla de bronce que ganó en los pasados Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, por dopaje.
En el salón de juntas, declaró: "El equipo de beisbol de México perderá la medalla de bronce, luego de que uno de sus peloteros fuera encontrado positivo a nandrolona. Y según las reglas de Odepa, el error del beisbolista mexicano implica que se le quite la medalla al equipo completo", dijo Vázquez Raña.
El titular del organismo se abstuvo de confirmar de inmediato si, tal como indican las normas, la presea será otorgada a la novena de Nicaragua, que perdió el tercer lugar con los mexicanos al caer 6-2 el 12 de agosto.
"Por ahora sólo puedo decir que México pierde la presea y que el nuevo reparto de medallas se hará el próximo 20 abril, durante la reunión de la Odepa en San Antonio Texas o en la ciudad de México".
El titular de la Odepa indicó que en total se detectaron nueve casos de dopaje en Santo Domingo, siete de ellos implicaron a deportistas que obtuvieron medallas (cuatro de oro, una de plata y dos de bronce) y los otros dos fuera de competencia.
"Ahora sólo esperamos los resultados de las `pruebas B` a que fueron sometidos tres de los implicados para dar a conocer el nuevo reparto de medallas".
Además del beisbolista mexicano Salvador Rodríguez, dieron positivos en las pruebas antidopaje de los pasados Juegos Panamericanos el nadador estadounidense Corrie Clark y el ciclista de Barbados, Barry Ricardo Forde, entre otros deportistas, según la Odepa.
El beisbolista mexicano se expone también a una suspensión por dos años de toda competencia internacional, según el COM.
Vázquez Raña dijo que el dopaje de Rodríguez era suficiente para retirarle el bronce al país.
"La regla dice que si un jugador de un equipo comete el error, el equipo pierde la medalla. Cumpliremos la regla tal y como está. Las medallas se darán al ganador correspondiente".
La medida se produjo después de que el comité ejecutivo de la Odepa aprobó el informe de la Comisión Médica de los XIV Juegos Panamericanos de Santo Domingo, que confirmó un total de nueve casos de dopaje.
"Se reportaron nueve casos positivos, siete con medalla (cuatro de oro, una de plata y dos de bronce) y dos más fuera de competencia".
"El Comité Ejecutivo aprobó enviar una carta a los comités olímpicos nacionales afectados para terminar los procesos y tomar las decisiones del retiro de medallas en la próxima reunión del Comité Ejecutivo de la Odepa a celebrarse en abril de 2004".
Según la Odepa, Rodríguez resultó positivo por nandrolona.

domingo, 18 de febrero de 2007

Textos recuperados de delabotica.blosgspot.com


Friday, June 16, 2006


Kasparov, el hombre de los gestos


Pedro Díaz G.

Hay codazos, empujones. Se levantan las voces. --Bueno, señor, ¿se va a meter o qué?.. no me aviente.
--Pues hágase para allá...

Y el: --Ssshhhhhh --pronto se generaliza: al salón Andrómeda del Nikko llega gente de todas partes con el sólo fin de observar lo que todos sabían: que el vencedor sería el campeón mundial y se llama Garry Kasparov. Contra quien juegue.

Si ya se chingó hasta a una computadora dice un joven a su madre, en el más apropiado de los lenguajes.

...Y tenía más de un millón de combinaciones para jugada le ilustra, con decencia, la hermana menor.

Garry Kasparov sólo permite se le fotografíe durante unos minutos, los que emplea para saludar de mano y entregar sus pequeños trofeos a los niños campeones que, de entre 20 mil aspirantes, sortearon las inconveniencias y se sientan ya alrededor de estas mesas en donde Kasparov les retará en partidas simultáneas, que embelesan a más de medio millar apretujado en torno al escenario. Ssshhhh...

Inicia casi puntual la fiesta de las partidas. Y son muchas: 25, 18 de jóvenes que se han tenido que calificar y siete más, cedidas por los organizadores a sus más confiables ajedrecistas.

Creo que es un genio de tal calidad dice muy serio, el rostro pleno de orgullo por haberle soportado casi 80 jugadas, Jorge Hernández, el último en caer que te da cierta ventaja. Va cediendo piezas, te consiente. Porque sus ataques no fueron muchos, claro, llega el momento en que, así como sucumbió Deep Blue, yo tampoco tuve nada qué hacer...

Le arropa el cariño de su madre, al mejor perdedor de hoy. Porque de los 25 ajedrecistas, ninguno termina con el tablero incólume cuando faltan unos minutos para las nueve de la noche.

Agradece apenas con la mirada, Kasparov, a quien se le aplaude como nunca: en inverosímiles condiciones.

Cuando sus rodeos a las mesas casi ha concluido, no sólo sonríe el hombre de los gestos no atinará, en toda la noche, más allá de un par de monosílabos, en inglés, y un thank you con el que se despide, ovacionado sino que comienza una extraña sesión: la de los autógrafos, entre jugada y jugada.

Habrá que guardar un silencio que se torna incompleto ante la intermitencia del murmullo, el chocar de los vasos, los chillidos de un pequeño, el titilar de un beeper, la inoportuna llamada a un teléfono celular, un ataque de tos, un estornudo y un te quiero.

Sssshhhhh...

Que el hombre está trabajando.

Por casi tres horas, en voz baja, como en susurro. Todos. Y de pie. Y él, el genio, cuando marcha a la hora y media de azoro, inicia el acabóse: cae el primero de los 25, le sigue inexorable el resto.

Es una lástima, algo que no debemos permitir: no con tal impunidad responde Ivar Sisniega, cuando los reporteros, en un respiro afuera del salón, le cuestionan sobre el accidente que enluta al ciclismo nacional, llena de rabia a quienes gustan del pedaleo, avergüenza a los peatones. "Por favor, todos apaguen su teléfono celular", fue el anuncio. Y suenan un par. Incluso alguien lo contesta. Ssshhhh...

"Y los flashes, por favor, sólo durante un minutito..."

Una tos.

Un estornudo.

¡Una luz! Es que sin flash no salen las fotos, ¿o sí?

Se contiene el aliento, entre empujones, aquí en el Nikko, hasta que el hombre de los gestos que abrirá para México y sus alumnos la página de Internet en donde guarda sus secretos decide el último jaque.

Y el aplauso, entonces, se desgrana como nunca: en inverosímiles, extrañas, ¿confortables? condiciones...



Mayo, 2004


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Sunday, June 11, 2006



Prodigiosos y precoces


Un puñado invade de talento cada generación. Sorprende. Se les llama los niños prodigio. Son los llamados a ser. Ellos, cuyo derroche de aptitudes florece permanentemente en el mundo del deporte...
Carlo Pini /Pedro Díaz G.

Son los niños del deporte.
El relevo de Tiger Woods o de Vladimir Kramnik está asegurado porque ellos, los que vienen, los que ya están, pisan ya la antesala del éxito; o aún más.

Existe una teoría que defiende que el ser humano del futuro será menos musculoso y tendrá la cabeza mucho mayor. Ocurrirá porque cada vez usará menos los brazos y las piernas y cada vez más el cerebro. El mundo de la cibernética llena de razones a quienes sostienen la idea. Pero los niños prodigio lo desmienten. Lejos de las computadoras ellos se sumergen en la actividad física con su precocidad como una constante.

El mundo vive una auténtica invasión de niños prodigio. Pequeños que en pleno proceso de evolución llegan a un punto de madurez extraordinario. El español Adrián Vallés (16 años), aún sin licencia de conducir, firmó para Renault por las próximas diez temporadas, en una clara apuesta de la firma para la F-1. El taiwanés Lo Shih Kai se convirtió en el golfista más joven de la historia en el circuito europeo al debutar con 13. El ucraniano Sergei Karjakin (12) es el Gran Maestro más joven que haya existido en el ajedrez.

Niños precoces; sorprendentes.



Un enorme tablero

Con sólo 12 años, el ucraniano Sergei Karjakin no se conforma con jugar con sus amigos. Mide apenas metro y medio de estatura y transformó su adolescencia en un enorme tablero de ajedrez: es el Gran Maestro más joven de la historia y pretende ser campeón mundial a los 16. Su irrupción inquieta a los grandes. Su desparpajo y sabiduría haciendo tablas con Anatoli Karpov, campeón mundial entre 1974 y 1985, o venciendo a Alexei Shirov, subcampeón mundial en 1999, asombraron a quienes le vieron en el torneo de Benidorm, Valencia.

Consiguió el título de Gran Maestro a los doce años y siete meses tras ganar su tercera norma en el torneo internacional de Sudak, Ucrania; las anteriores las obtuvo en los torneos de Aeroflot celebrado en Moscú, y Alushta-100 cerrado de categoría VIII, en Ucrania. Nació en Donestk, el 12 de enero de 1990. Batió el récord del estadounidense Robert Fischer (15 años), de los húngaros Judit Polgar (15) y Peter Leko (14), de su compatriota y actual campeón del mundo de la Federación, Ruslan Ponomariov (14), así como del joven chino GM Xiangzhi Bu que consiguió el título de Gran Maestro a la edad de 13 años, 10 meses y 13 días.

A los doce años Karjakin fue analista del ucraniano GM Ruslan PonomariovPonomariov (quien quedó sorprendido por este joven cuando perdió ante él un par de partidas rápidas en un torneo amistoso. Confiando en su prodigioso talento, no dudó en escogerle como analista), a quien ayudó a ganar el campeonato del mundo ante el ruso Ivanchuck, en enero de 2002, donde, con sólo 18 años, se convirtió en el más joven campeón del mundo de la historia.

El caso de Karjakin, que sólo acude a la escuela en época de exámenes, aunque él manifiesta que es un niño normal, recuerda por supuesto al de Ponomariov, otrora "niño prodigio", quien se proclamó campeón mundial sub-12 en 1995, y al año siguiente también de Europa sub-18, con sólo 12 años. En 1997, cuando apenas tenía 14 años, conquistó el título mundial sub-18 y su nombre, entonces, empezó a circular.



Lebron, “El otro Jordan”

Pero sí hay un joven a las puertas de la fama es el estadounidense LeBron James, promesa del baloncesto. El "próximo Michael Jordan" depura sus últimos meses en su último año en su "college" antes de convertirse en el número uno del próximo "draft" y pasar directamente a la NBA, sin acudir a la universidad, como ya hicieron anteriormente talentos como Koby Bryant y Kevin Garnett.

A sus 17 años y con sus 2,01 metros de altura, tiene revolucionado a todo Estados Unidos, a las firmas comerciales y a las cadenas de televisión. Su repercusión es tan grande que el canal ESPN televisó por primera vez a nivel nacional un partido entre "college" en el que participaba James. Fue el 12 de diciembre: su instituto St. Vicent y St. Mary frente a Oak Hill de Virginia, y ni hablar: la estrella fue James, con 31 puntos, 13 rebotes y seis asistencias; triunfo de su equipo.

Nadie duda que LeBron, quien ya ha roto algunos aros en sus partidos, estará la próxima temporada entre los mejores de la NBA, y quienes le conocen apuestan que es capaz de anotar como Michael Jordan y pasar la bola como Magic Johnson. Nada más.



Y siguen, y siguen...



Parecido revuelo como figuras protagónicas poseen dos futbolistas. Robinho, de 18 años, y Diego, de 17, quienes llevaron al Santos a la conquista del campeonato. Desde el retiro de Pelé y toda su generación de compañeros que deslumbraron en los años sesenta e hicieron al Santos el mejor equipo de América del siglo XX, nadie había transmitido tanta alegría a los aficionados.

Diego es mediapunta, diestro, de piel blanca, lleva el diez a la espalda y él señala que sólo se llama como Maradona. A Robinho, de piel oscura, se le compara con Garrincha por su juego de cintura. Y con Pelé por la similitud de sus historias. Gracias a Diego y a Robinho, quienes se presentarán este miércoles en el Azteca, Brasil recupera su aroma de siempre, el de la esencia por el buen juego, el regate, la diversión y la habilidad, como ya ocurriera con Pelé o con Ronaldo.

Y mientras a Diego y a Robinho se les conoce como los "Meninos da Vila", Wayne Rooney es ya el "Ronaldo" del futbol inglés. A los 17 años, es el jugador más joven que ha marcado un gol en la "Premiership". Integrante del Everton, fue la gran sensación en la liga inglesa, no sólo por su precocidad sino también por su atrevimiento ante la portería contraria. Recuerda al español Raúl en sus inicios en el Real Madrid con 17 años. Todo lo que hace parece tocado por una varita mágica.



Tenis, el cultivo

Pero si algún deporte presume de "fabricar" niños prodigio ese es el tenis. Con este calificativo crecieron Jennifer Capriati, Arantxa Sánchez Vicario, Martina Hingis, Matts Wilander, John McEnroe, Boris Becker, Michael Chang, Andre Agassi… a los que suma el francés Richard Gasquet: a los 16 años es la revelación de la temporada. Vencedor en categoría junior en Roland Garros, en el Open USA y semifinalista del Open de Australia, alcanzó su máximo nivel en el torneo de Montecarlo, ya con los profesionales, donde pasó la primera ronda. De Gasquet hay titulares como "La explosión del pequeño genio" y su juego se compara con el de Pete Sampras.

Está también la rusa Dianara Safina, ganadora del torneo de Sopot (Polonia), en julio de 2002, puntuable para la WTA, que se convirtió en la jugadora más joven en ganar un torneo del circuito femenino profesional, con 16 años y tres meses. Safina es hermana del tenista Marat Safin, quien asegura que Dianara llegará mucho más lejos de lo que ha llegado él, que fuera número uno en 1999.

Están las también rusas María Kirilenko, vencedora de Roland Garros junior; Vera Douchevina que obtuvo el campeonato de Wimbledon junior; la checa Barbora Strycova, ganadora del Abierto de Australia y finalista en el Abierto de Estados Unidos, ambos en categoría junior, y la indonesia Angelique Widjaja, triunfadora en el junior de Roland Garros.

El mundo del motor también depara ejemplos de precocidad. El finlandés Nico Rosberg, de 17 años, se ha convertido en el piloto más joven en probar un monoplaza de Fórmula 1. Claro que juega con ventaja ya que es hijo de Keke Rosberg, campeón del mundo en 1982.

También con 17 años, otro hijo de otro campeón, el brasileño Nelson Piquet, fue campeón de la Fórmula 3 sudamericana. Tan buenos resultados tiene que a "Nelsinho" su padre le compró un equipo propio para disputar el campeonato inglés de Fórmula Tres. En motociclismo los españoles Daniel Pedrosa (17), Jorge Lorenzo (16) y Héctor Barberá (15) compiten como grandes pilotos en la cilindrada de 125 cc. Y así...

La cantera del deporte no se detiene.

Son los precoces. Llegaron; están.

El futuro es suyo.







Abril, 2003



# posted by Pedro Díaz G. @ 4:17 PM 0 comments



Prodigiosos y precoces


Un puñado invade de talento cada generación. Sorprende. Se les llama los niños prodigio. Son los llamados a ser. Ellos, cuyo derroche de aptitudes florece permanentemente en el mundo del deporte...

Carlo Pini /Pedro Díaz G.

Son los niños del deporte.
El relevo de Tiger Woods o de Vladimir Kramnik está asegurado porque ellos, los que vienen, los que ya están, pisan ya la antesala del éxito; o aún más.

Existe una teoría que defiende que el ser humano del futuro será menos musculoso y tendrá la cabeza mucho mayor. Ocurrirá porque cada vez usará menos los brazos y las piernas y cada vez más el cerebro. El mundo de la cibernética llena de razones a quienes sostienen la idea. Pero los niños prodigio lo desmienten. Lejos de las computadoras ellos se sumergen en la actividad física con su precocidad como una constante.

El mundo vive una auténtica invasión de niños prodigio. Pequeños que en pleno proceso de evolución llegan a un punto de madurez extraordinario. El español Adrián Vallés (16 años), aún sin licencia de conducir, firmó para Renault por las próximas diez temporadas, en una clara apuesta de la firma para la F-1. El taiwanés Lo Shih Kai se convirtió en el golfista más joven de la historia en el circuito europeo al debutar con 13. El ucraniano Sergei Karjakin (12) es el Gran Maestro más joven que haya existido en el ajedrez.

Niños precoces; sorprendentes.



Un enorme tablero

Con sólo 12 años, el ucraniano Sergei Karjakin no se conforma con jugar con sus amigos. Mide apenas metro y medio de estatura y transformó su adolescencia en un enorme tablero de ajedrez: es el Gran Maestro más joven de la historia y pretende ser campeón mundial a los 16. Su irrupción inquieta a los grandes. Su desparpajo y sabiduría haciendo tablas con Anatoli Karpov, campeón mundial entre 1974 y 1985, o venciendo a Alexei Shirov, subcampeón mundial en 1999, asombraron a quienes le vieron en el torneo de Benidorm, Valencia.

Consiguió el título de Gran Maestro a los doce años y siete meses tras ganar su tercera norma en el torneo internacional de Sudak, Ucrania; las anteriores las obtuvo en los torneos de Aeroflot celebrado en Moscú, y Alushta-100 cerrado de categoría VIII, en Ucrania. Nació en Donestk, el 12 de enero de 1990. Batió el récord del estadounidense Robert Fischer (15 años), de los húngaros Judit Polgar (15) y Peter Leko (14), de su compatriota y actual campeón del mundo de la Federación, Ruslan Ponomariov (14), así como del joven chino GM Xiangzhi Bu que consiguió el título de Gran Maestro a la edad de 13 años, 10 meses y 13 días.

A los doce años Karjakin fue analista del ucraniano GM Ruslan PonomariovPonomariov (quien quedó sorprendido por este joven cuando perdió ante él un par de partidas rápidas en un torneo amistoso. Confiando en su prodigioso talento, no dudó en escogerle como analista), a quien ayudó a ganar el campeonato del mundo ante el ruso Ivanchuck, en enero de 2002, donde, con sólo 18 años, se convirtió en el más joven campeón del mundo de la historia.

El caso de Karjakin, que sólo acude a la escuela en época de exámenes, aunque él manifiesta que es un niño normal, recuerda por supuesto al de Ponomariov, otrora "niño prodigio", quien se proclamó campeón mundial sub-12 en 1995, y al año siguiente también de Europa sub-18, con sólo 12 años. En 1997, cuando apenas tenía 14 años, conquistó el título mundial sub-18 y su nombre, entonces, empezó a circular.



Lebron, “El otro Jordan”

Pero sí hay un joven a las puertas de la fama es el estadounidense LeBron James, promesa del baloncesto. El "próximo Michael Jordan" depura sus últimos meses en su último año en su "college" antes de convertirse en el número uno del próximo "draft" y pasar directamente a la NBA, sin acudir a la universidad, como ya hicieron anteriormente talentos como Koby Bryant y Kevin Garnett.

A sus 17 años y con sus 2,01 metros de altura, tiene revolucionado a todo Estados Unidos, a las firmas comerciales y a las cadenas de televisión. Su repercusión es tan grande que el canal ESPN televisó por primera vez a nivel nacional un partido entre "college" en el que participaba James. Fue el 12 de diciembre: su instituto St. Vicent y St. Mary frente a Oak Hill de Virginia, y ni hablar: la estrella fue James, con 31 puntos, 13 rebotes y seis asistencias; triunfo de su equipo.

Nadie duda que LeBron, quien ya ha roto algunos aros en sus partidos, estará la próxima temporada entre los mejores de la NBA, y quienes le conocen apuestan que es capaz de anotar como Michael Jordan y pasar la bola como Magic Johnson. Nada más.



Y siguen, y siguen...



Parecido revuelo como figuras protagónicas poseen dos futbolistas. Robinho, de 18 años, y Diego, de 17, quienes llevaron al Santos a la conquista del campeonato. Desde el retiro de Pelé y toda su generación de compañeros que deslumbraron en los años sesenta e hicieron al Santos el mejor equipo de América del siglo XX, nadie había transmitido tanta alegría a los aficionados.

Diego es mediapunta, diestro, de piel blanca, lleva el diez a la espalda y él señala que sólo se llama como Maradona. A Robinho, de piel oscura, se le compara con Garrincha por su juego de cintura. Y con Pelé por la similitud de sus historias. Gracias a Diego y a Robinho, quienes se presentarán este miércoles en el Azteca, Brasil recupera su aroma de siempre, el de la esencia por el buen juego, el regate, la diversión y la habilidad, como ya ocurriera con Pelé o con Ronaldo.

Y mientras a Diego y a Robinho se les conoce como los "Meninos da Vila", Wayne Rooney es ya el "Ronaldo" del futbol inglés. A los 17 años, es el jugador más joven que ha marcado un gol en la "Premiership". Integrante del Everton, fue la gran sensación en la liga inglesa, no sólo por su precocidad sino también por su atrevimiento ante la portería contraria. Recuerda al español Raúl en sus inicios en el Real Madrid con 17 años. Todo lo que hace parece tocado por una varita mágica.



Tenis, el cultivo

Pero si algún deporte presume de "fabricar" niños prodigio ese es el tenis. Con este calificativo crecieron Jennifer Capriati, Arantxa Sánchez Vicario, Martina Hingis, Matts Wilander, John McEnroe, Boris Becker, Michael Chang, Andre Agassi… a los que suma el francés Richard Gasquet: a los 16 años es la revelación de la temporada. Vencedor en categoría junior en Roland Garros, en el Open USA y semifinalista del Open de Australia, alcanzó su máximo nivel en el torneo de Montecarlo, ya con los profesionales, donde pasó la primera ronda. De Gasquet hay titulares como "La explosión del pequeño genio" y su juego se compara con el de Pete Sampras.

Está también la rusa Dianara Safina, ganadora del torneo de Sopot (Polonia), en julio de 2002, puntuable para la WTA, que se convirtió en la jugadora más joven en ganar un torneo del circuito femenino profesional, con 16 años y tres meses. Safina es hermana del tenista Marat Safin, quien asegura que Dianara llegará mucho más lejos de lo que ha llegado él, que fuera número uno en 1999.

Están las también rusas María Kirilenko, vencedora de Roland Garros junior; Vera Douchevina que obtuvo el campeonato de Wimbledon junior; la checa Barbora Strycova, ganadora del Abierto de Australia y finalista en el Abierto de Estados Unidos, ambos en categoría junior, y la indonesia Angelique Widjaja, triunfadora en el junior de Roland Garros.

El mundo del motor también depara ejemplos de precocidad. El finlandés Nico Rosberg, de 17 años, se ha convertido en el piloto más joven en probar un monoplaza de Fórmula 1. Claro que juega con ventaja ya que es hijo de Keke Rosberg, campeón del mundo en 1982.

También con 17 años, otro hijo de otro campeón, el brasileño Nelson Piquet, fue campeón de la Fórmula 3 sudamericana. Tan buenos resultados tiene que a "Nelsinho" su padre le compró un equipo propio para disputar el campeonato inglés de Fórmula Tres. En motociclismo los españoles Daniel Pedrosa (17), Jorge Lorenzo (16) y Héctor Barberá (15) compiten como grandes pilotos en la cilindrada de 125 cc. Y así...

La cantera del deporte no se detiene.

Son los precoces. Llegaron; están.

El futuro es suyo.







Abril, 2003



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Sunday, June 04, 2006




Historias que se repiten

Pedro Díaz G./Alfonso Mancilla/(Primera de dos partes)


Pumas y Frailes disputarán, mañana, el título de intermedia en futbol americano. Coincidentemente, los padres de los quarterbacks de ambas escuadras -Francisco Alonso e Ihary Juárez- se enfrentaron a finales de los años setenta en aquellas tardes de estadios llenos, ídolos deportivos y pasiones dentro y fuera de los emparrillados.
Ayer: Arturo Alonso y Joaquín Cobra Juárez. Uno de la UNAM, otro del Poli. Acérrimos rivales. Hoy, su herencia de ovoide y sangre choca de nuevo en el emparrillado...

Hoy estrechan manos en terreno neutral. Muchas cosas tienen en común además de los recuerdos. Arturo Alonso y Joaquín Cobra Juárez se enfrentaron a finales de los años 70 en aquellas tardes de estadios llenos, ídolos deportivos, tiempos de futbol americano y pasiones dentro y fuera de las canchas. Uno de la UNAM, otro del Politécnico, acérrimos rivales entonces. La que les reúne hoy, con el Parque Hundido como testigo, es la presencia de sus hijos Paco e Ihary en la final de este sábado en la categoría intermedia. Charla de enseñanzas, de legados y, por supuesto, del deporte y de la vida Pedro Díaz G. y Alfonso Mancilla (Primera de dos partes) El futbol americano es pasión, agresividad, trabajo en conjunto; requiere liderazgos y comuniones. "Es un deporte ciento por ciento formativo; un deporte de hombres reverbera la voz a todo ritmo de Arturo Alonso, ex fullback de Cóndores, ídolo y figura, para quebrarse al segundo siguiente, pero, ¿saben quién me dio una de mis grandes enseñanzas?"

Es breve el silencio entre sus interlocutores.

Él. Paco, mi hijo; a los nueve años le señala y el dedo índice se vuelve una extensión de su orgullo.

Cuenta. Atentos le escuchan Ihary Juárez, hijo de La Cobra , half de Lobos Plateados de la ESIA a finales de los años setenta, el propio Francisco y los reporteros.

...Cuando tenía nueve años quiso cambiarse de deporte: desde los cuatro practicaba el beisbol y un día, sin yo saberlo, mi mujer lo llevó a entrenar al campo de Pumitas; me indigné cuando lo vi aparecer en el emparrillado: en su primer partido el coach lo había incluido apenas en sus cinco jugadas obligatorias..."¿Cómo?", me pregunté avergonzado por que yo, Arturo Alonso , había sido uno de los mejores jugadores de futbol americano en la historia. ¿Cómo?, reclamé y al mismo tiempo di la orden: "¡Te regresas al beisbol!; tu nada tienes que hacer aquí, causándome vergüenzas"...

No lo hizo el pequeño Paco.

Esa noche, en casa, atrevió el encuentro con su padre.

Me dijo, casi en un llanto: "...Pero papá; no quiero regresar al beisbol. Yo aquí me siento bien. Yo aquí estoy muy a gusto con todos mis amiguitos..."

Lección, golpe al ego.

No me daba cuenta de que por mi orgullo estaba fallándole a mi hijo. Odiaba por supuesto ver que en los siguientes partidos apenas el coach lo utilizaba sus cinco jugadas y ni siquiera tocaba el balón. ¡Mi hijo!, ¡el hijo de Arturo Alonso! ... No asistía a verlo, indignado. Le preguntaba "¿cómo te fue?" y me respondía "bien"... "¡Bien!, pensaba yo. Si ni siquiera tocaste el balón..." Después lo entendí. Y desde entonces no me meto en sus decisiones. Quiso ser jugador de americano y aquí está. Ese capítulo me enseñó que no hay por qué ser tan impulsivo. Mi hijo me mostró que se debe dejar que las cosas pasen poco a poco, y a veces ser menos apasionado. Me alegra mucho que mi esposa, Emma Leticia, lo hubiera apoyado en esos instantes, ya que sin ella Paco hubiera seguido en el beisbol, pero no por su gusto, sino por una imposición mía.

Ihary no pierde detalle. Junto con Paco, son los quarterbacks que han llevado a sus escuadras a la final de intermedia, que se jugará mañana en el campo de Perros Negros. Don Joaquín toma la palabra. Y vierte en minutos lo que enseñar le ha llevado años: A Ihary tampoco le gustaba el futbol americano. Lo suyo era el basquetbol. Al principio me negué a que incursionara en esto, pero también lo hizo a escondidas: por la influencia de uno de sus amigos, se metió a Cobras categoría infantil, precisamente el equipo donde yo inicié, de ahí el apodo. Fui duro con él como papácoach, pero ha logrado mucho. Los muchachos de mi equipo, Frailes, afortunadamente tienen buen apoyo; están becados al ciento por ciento y por eso el consejo que siempre les doy es: "Aprovechen todo lo que tienen... Los campeonatos, los trofeos, los triunfos, todo es muy bonito, pero lo más importante es que tengan una profesión, que digan `caramba, representé a ésta escuela y al mismo tiempo me dio posibilidad de ser alguien`. Y que salgan adelante"...

Legados y enseñanzas. Un balón; muchos recuerdos y aún más anécdotas por sucederse. Arturo se define a sí mismo: "Ahora soy sólo público; pago mi boleto y tengo el derecho de gritar como cualquiera en la tribuna, aunque por supuesto, grito también como padre". Joaquín es en este momento un head coach triunfador: ha llevado a Frailes, en año y medio de una no calificación a playoffs, al campeonato. Paco e Ihary tienen hoy la posibilidad de trascender lo hacen ya en el deporte que sus padres practicaron.

Invictos, Pumas Paco Alonso y Frailes Ihary Juárez-, se encontrarán como lo hicieron hace ya un cuarto de siglo sus padres.

Ambos querterbacks, representan acaso lo más prometedor de este deporte para los años por venir.

Inamovible el reloj de flores en el centro del Parque Hundido, tañe, sin embargo, las campanas.



* * *

La derrota.

Mucho más formativa que el triunfo atreve Arturo Alonso.

¿Cómo la viven en casa?

Revela la Cobra Juárez: "No nos importa el resultado: ya ganemos o ya nos derroten nos vamos a comer a algún lado. Al futbol lo dejamos en la cancha. Pero eso sí: los hermanos lo toman a broma. Cuando Ihary pierde, el que le sigue, Dwayne, se la pasa molestándolo en el coche, diciéndole cuáles fueron sus errores y, como también es quarterback, imaginando cómo los resolvería él. Le reclama las jugadas en tono festivo. Por eso no me gusta lo que me sucedió con Pieles Rojas: son partidos que una vez terminados digo a la familia: `vámonos rapidito al coche` pues los insultos no es fácil ignorarlos y pienso: `ya acabó el partido, mejor aléjate con tu familia y tus jugadores, antes de que las cosas pudiesen complicarse ..."

No sucede igual con los Alonso: Si el resultado es adverso "nos subimos al coche y nos la pasamos callados"; nadie habla camino a casa. No hay celebración ni vamos a comer como cuando ganamos; llegamos y mi esposa, mi hija Emma que sabe más de futbol americano que muchos de nosotros y Paco se meten cada uno a su cuarto, y a ver la tele; a olvidar el emparrillado. Hasta el otro día las cosas vuelven a la normalidad.



* * *

Soleado mediodía al sur de la ciudad de México. La primavera regala a los Juárez el cantar de los pájaros como una música de fondo al momento en que relatan sus ambiciones y recuerdos. La Cobra es un excelente narrador.

"Estoy muy agradecido con el apoyo que he tenido en la Universidad del Tepeyac. Hemos vivido importantes éxitos en el poco tiempo al frente del futbol americano. Todo se ha dado gracias a un programa. En realidad somos una escuela chica en comparación a cualquier campus del Tec de Monterrey, pero vamos sentando las bases para ir hacia delante. Joaquín Juárez acomoda con el dedo índice el armazón de sus lentes. La pasión por hablar de futbol americano le hace gesticular. Mueve las manos. Se rasca la cabeza; mesa el cabello: "Hace poco un entrenador me llamó para felicitarme y me dijo `oye coach, han de estar muy bien pagados`, y le contesté que eso no era cierto. A mí no me gusta llegar y pedir las perlas de la virgen por ser entrenador. Pienso que hay que ganarse la cosas poco a poco".

Es ahí donde todo se complementa, porque el futbol americano no es sólo cuestión de ganar dinero, también ofrece una formación...

Claro que es una formación humana casi grita el padre de los Juárez, se va aprendiendo a través del tiempo y forja un carácter que se aplica en la vida. Yo le doy gracias a Dios porque jugué en Lobos Plateados, fui reconocido como un buen jugador, terminé mi carrera en el Politécnico (soy licenciado titulado en Relaciones Comerciales), pero sobre todo, formé una familia.

El entrenador de los Frailes toma un respiro, para referirse entonces al tópico que más le llena: su vida familiar.

"Considero que mi familia es lo que me hace un ganador. A lo mejor no puedo pregonar que tenga muchos títulos en Liga Mayor, pero lo evalúo y pienso ¿de qué me servirían cinco campeonatos con una vida personal vacía? Estaría hueco".

El apellido Juárez va ligado al futbol americano...

Sí. Tengo cinco hijos y da la casualidad de que Ihary es quarterback, Dwayne de 16 años es quarterback, Joaquín de 11 años también es quarterback y el niño de cuatro años ya anda lanzado la pelota y como que pensamos que también va a ser quarterback alcanza a completar La Cobra antes de estallar en risas.

¿Por qué esa predilección?

Encoge los hombros, lo piensa un segundo y asienta: Fíjense, qué extraño: yo nada tuve que ver. Pero creo que la imagen de mi hermano Horacio, que es el quarterback titular de las Águilas Blancas en Liga Mayor, influyó mucho. Supongo que de él les nació.

Y a tí, Paco, ¿fue tu padre el que influyó en tí para que jugases americano?

De alguna manera, sí. Déjenme, les cuento...

En el campo de los sueños.


Mayo, 2002










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Friday, June 02, 2006


Retiran medalla panamericana a equipo mexicano




Pedro Díaz G.



Un jugador de la selección nacional que ganó el bronce en Santo Domingo dio positivo


La Organización Deportiva Panamericana (Odepa), que preside el mexicano Mario Vázquez Raña, decidió retirar a México la medalla de bronce que ganó en los pasados Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, por dopaje.


En el salón de juntas, declaró: "El equipo de beisbol de México perderá la medalla de bronce, luego de que uno de sus peloteros fuera encontrado positivo a nandrolona. Y según las reglas de Odepa, el error del beisbolista mexicano implica que se le quite la medalla al equipo completo", dijo Vázquez Raña.


El titular del organismo se abstuvo de confirmar de inmediato si, tal como indican las normas, la presea será otorgada a la novena de Nicaragua, que perdió el tercer lugar con los mexicanos al caer 6-2 el 12 de agosto.


"Por ahora sólo puedo decir que México pierde la presea y que el nuevo reparto de medallas se hará el próximo 20 abril, durante la reunión de la Odepa en San Antonio Texas o en la ciudad de México".


El titular de la Odepa indicó que en total se detectaron nueve casos de dopaje en Santo Domingo, siete de ellos implicaron a deportistas que obtuvieron medallas (cuatro de oro, una de plata y dos de bronce) y los otros dos fuera de competencia.


"Ahora sólo esperamos los resultados de las `pruebas B` a que fueron sometidos tres de los implicados para dar a conocer el nuevo reparto de medallas".


Además del beisbolista mexicano Salvador Rodríguez, dieron positivos en las pruebas antidopaje de los pasados Juegos Panamericanos el nadador estadounidense Corrie Clark y el ciclista de Barbados, Barry Ricardo Forde, entre otros deportistas, según la Odepa.


El beisbolista mexicano se expone también a una suspensión por dos años de toda competencia internacional, según el COM.


Vázquez Raña dijo que el dopaje de Rodríguez era suficiente para retirarle el bronce al país.


"La regla dice que si un jugador de un equipo comete el error, el equipo pierde la medalla. Cumpliremos la regla tal y como está. Las medallas se darán al ganador correspondiente".


La medida se produjo después de que el comité ejecutivo de la Odepa aprobó el informe de la Comisión Médica de los XIV Juegos Panamericanos de Santo Domingo, que confirmó un total de nueve casos de dopaje.


"Se reportaron nueve casos positivos, siete con medalla (cuatro de oro, una de plata y dos de bronce) y dos más fuera de competencia".


"El Comité Ejecutivo aprobó enviar una carta a los comités olímpicos nacionales afectados para terminar los procesos y tomar las decisiones del retiro de medallas en la próxima reunión del Comité Ejecutivo de la Odepa a celebrarse en abril de 2004".


Según la Odepa, Rodríguez resultó positivo por nandrolona.


noviembre, 2003


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Monday, May 29, 2006


Mundial de vela

Verdadera precisión de arqueros

Seguimos ganando, dicen encogidos los hombros, los españoles; nadie les alcanza ya, cuando agitados llegan por la inspiración del viento


Pedro Díaz G./ Enviado


San Carlos, Sonora.-- Regresan de su deslumbramiento de impecable mar, una vez más, tras este amanecer que comenzó con devaneos de luna llena: en su tercer día, se presagia, el viento no acudirá a la cita con el alba.

La de anoche fue la tercera de las lunas en su total extensión y la calma que produjo tuvo como consecuencia una mañana silenciosa, sin bruscos oleajes, el mar como un espejo, dicen por aquí. Tras otear el horizonte, se advertía que partirían las flotas algo tarde.

A las once y media, fue el primer aviso.

Unos, a ejercitarse; otros a nadar. Los restaurantes lucen más festivos. Pronto habrá que ponerse a trabajar.

La competencia inicia al mediodía.


NO SE DIFRUTA, NO


Ajustar las velas, el timón, e ir haciendo contrapeso. Ir trabajando todo el tiempo con los ajustes del barco, con el mástil. Conversamos, sí, allá adentro. Y no, no se disfruta, es mucho esfuerzo. Mucha presión, mucha concentración, sobre todo. Pero sí vamos platicando dónde va la competencia, de qué lado hay más viento, de qué lado sentimos está ajustado el velero; si vamos caminando bien, si nos sentimos lento. Hay ajustes que se hacen en tierra y otros que se van haciendo en el transcurso de la regata. Hay momentos en que se va moviendo todo, cada parte importante de la embarcación. Se busca que, como están acomodadas las boyas, primero uno tiene que avanzar contra el viento, se debe entonces ir en, vamos a llamarle, zigzags. Un velero no puede alinearse en contra del viento sino debe ser en diagonal; entoces hay que buscar la máxima velocidad, descubrir el camino más corto a la boya. Después viene la parte de popa: es cuando izas el spinnaker, damos la vuelta y el viento entra de popa, que es cuando el velero acelera.

Cada uno siente el viento, su estrategia. Si por el lado derecho porque hay más; otros sienten que es mejor empezar por el centro. Por la izquierda. No se siente miedo cuando tu vida ha transcurrido sobre el mar. Sabes que hay un riesgo pero confías mucho en tu habilidad. Yo tengo ya 18 años navegando. 18. Ya. Este 49er es ya otra cosa de diseño, es otra cosa. Nosotros llevamos veleando dos meses, y hay gente aquí que tiene ya tres, cuatro, cinco años.

Este es un velero muy distinto a los demás. Aquí es pura velocidad.. Y aunque el resto de las categorías son muy competitivas, de ninguna manera un paseo, esta es algo único. Que ojalá crezca con el tiempo. Me gustaría seguir compitiendo, debemos hablar mi compañero de equipo, Yokin Belausteguigoitia, para ver qué se organiza. Y otro problema es también que en México somos pocos barcos y queremos ser más también. Es necesario que más veleristas se animen. Y a pesar de ser caro es el más económico para Juegos Olímpicos. El problema para conseguir patrocinios es que la vela en México no sale mucho en los periódicos. No tiene difusión.

Mauricio León de la Barra lo confiesa: yo también me muero de frío, allá en el mar.



TARDE DE PROTESTAS


Transcurre la tarde inmersa en un mundo de protestas que impide a los jueces celeridad. Será a medianoche cuando los resultados oficiales se conozcan, advierte el comité organizador. Es común: existen complicadas reglas de paso, en diversas circunstancias, y muchos no las respetan. Se delibera, por la tarde y se decide, es un deporte de autorregulación oportuna, justa, en la medida, e inmediata. Extraoficialmente sigue en primer sitio, y muy lejos de sus contendientes, cuando se han disputado ocho regatas, los españoles Santiago López-Vázquez y Javier de la Plata. Le siguen daneses, Michael Hestbaek y James Persson, y el equipo australiano de Chris Nicholson, campeón mundial y David Phillips.

En la flota de plata en uno y dos suecia, John Harryson y Phillipe Sandtrom, Rast y Zeltner y los australianos Hugh Stodart y Paul Schulz.


EN GUAYMAS, UN NUDO EN LA GARGANTA


Buen callo de hacha; mariscos de primera.

Pujante ejercicio de sobrevivencia. Cerveza a domicilio en treinta minutos, decomisos de droga en plena sierra.

Y dos balas que suenan aún en Lomas Taurinas hacen eco en estas tierras. Un nudo en la garganta se dibuja en la gente.

--Fue como a estas horas. Yo iba a comprar el pan...


SIN LIMITES


No hay horizontes, no hay límites que no sean los reales. La búsqueda de la naturaleza es un irreconciliable ir y venir en altamar. La más pequeña falla, en este caso, produce la fosforescencia del vacío. Cualquier acierto, la más plena felicidad.

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Sunday, May 28, 2006


La noche que nació la “machomanía”

Qué son unos cuantos puntos de sutura ante el silencio de 43 mil aficionados...


Pedro Díaz G.



El secreto es sólo uno: cada segundo de tu vida es basquetbol. Entregarte en
cuerpo y alma. Me gusta trabajar y dar el máximo esfuerzo. Momento a
momento. En la cancha, trato de convencerme y lo intento también con mis
compañeros, de que somos guerreros. Cuando piso la duela sólo pienso en
pelear. Y trato de involucrar a los jóvenes para que luchen y se entreguen por
cualquier balón, sin importar lo difícil que pueda parecer. No siempre les gustan
mis regaños, pero, en la cancha han dado buenos resultados. En la vida, hasta
ahora, también.

Eduardo Nájera no recuerda mucho al respecto. Un minuto estaba preparándose
para enfrentar a Mateen Cleaves y al otro yacía boca abajo en medio de un charco
de sangre en la duela del estadio Trans World Dome.

Noche del viernes 19 de marzo de 1999. Con el estruendo de las cornetas se
mezcla el estruendo de fanfarrias, de porras, de gritos. Más de 40 mil
espectadores colman las gradas para ver a los Sooners jugar contra Michigan
State. La aparición de Oklahoma en San Luis se debe en gran medida al
desempeño de “El Gran Extranjero”, como le gusta al entrenador Kelvin Sampson
llamar a Nájera. Los Sooners ingresaron al “Gran Baile” como la última selección.
Pero los 17 puntos, 13 rebotes, tres robos y dos bloqueadas de Nájera los
impulsaron a una inesperada victoria 61-60 contra Arizona y sus 20 puntos y 15
rebotes permitieron derrotar a la Universidad de Carolina en Charlotte. “Será un
partido con jugadas parecidas al futbol americano”, había bromeado Cleaves, a
manera de presagio. Último cuarto. Seis minutos por disputarse... De pronto, el
impacto, contundente. Burlado por Nájera en una pantalla, Cleaves se estrella con
él; su cabeza golpea directo la barbilla del mexicano. “Fue como chocar contra
una pared de ladrillos” confesaría Cleaves. “Nunca oí un golpe similar”, diría Tom
Izzo, coach de los Espartanos. Nájera cae desde sus 2.06 metros de altura, le
sigue Cleaves y la arena se sumerge en un ominoso silencio. Es un golpe total a
los sentidos. Y sin embargo, muchos de los compañeros de Nájera esperan que
el delantero de 108 kilogramos se levante. En sus primeras tres temporadas,
lanzar su cuerpo por todas partes se había convertido para Eduardo en un acto
común; tan común como las lesiones sufridas (tobillo roto, pie fracturado).

El centro de los Sooners, el también mexicano Víctor Ávila, camina hacia él y le
da un cariñoso puntapié en el costado. “Levántate”, le dice. Después ve la sangre
que tiñe de rojo el rostro de su inmóvil compañero y entonces calla. Transcurren
cuatro minutos y Mateen está de pie; cinco más y Nájera sigue tendido. El
entrenador Alex Brown, quien cura su cortada barbilla justo ahí, en la duela,
piensa que quizá a Eduardo se le ha roto la quijada. Pero no. Al fin… Nájera se
levanta lentamente y es ayudado a dejar la cancha. Ávila y su compañero Michael
Johnson sollozan. “De la duela salía el corazón del equipo”, recuerda el centro
Renzi Stone. En los vestidores, los médicos evalúan el daño: golpes en el pecho,
una concusión ligera, un diente astillado y siete puntadas en la barbilla. “Sentí
que me encontraba en mi propio pequeño mundo”, recuerda Eduardo.

Mientras tanto, sus alterados coequiperos fallan, ceden cinco puntos seguidos.
Transcurren los segundos: 4.59...4.58... Y, de repente, los fanáticos vuelven a la
vida. “Se escuchó un rugido”, recuerda Sampson, “como el despegue de un
avión.” El entrenador echa un vistazo a la gran pantalla. Una cámara en el túnel
muestra a Nájera regresando a la cancha. “El dramatismo era increíble dice
Sampson. Nunca vi a alguien con tanto margen de tolerancia al dolor”. Saluda
Eduardo, aúlla el público, fervoroso desde que el mexicano ha catapultado a los
Sooners a nuevas dimensiones. No es la primera vez que sobrevive a un fuerte
golpe, pero no muchos jugadores harían lo que él hace después de que Cleaves lo
dejó tirado y cubierto de sangre. Al llegar a la duela no se detiene en la banca,
sino que pregunta a su entrenador: “¿A quién quiere que marque?” Sampson se
maravilla ante ese recuerdo. “La mayoría de los jugadores habría estado en el
hospital”, dice. En cambio, en la siguiente posesión de Oklahoma, Nájera hace
crujir los huesos de ¿adivinen quién? Mateen Cleaves… ¿Qué sucedió aquella
noche?

Hay una leve sonrisa en el afilado rostro de este gigante nacido en Meoqui,
Chihuahua, hace 23 años. Recuerda. Los párpados empequeñecen sus grandes
ojos negros tan negros como el lacio cabello lustroso; destaca también su
cuadrado mentón. Al fin dice: Que había sufrido mucho para llegar hasta ahí. Que
siempre soñé con jugar el mejor basquetbol... Que nunca imaginé todo lo que me
estaba pasando. Que mis compañeros veían en mí al líder y no podía darles un
mal ejemplo. Me cosieron algunas puntadas, me reanimaron, y regresé. Tenía que
regresar. ¿Qué son unos cuantos puntos de sutura ante el silencio de 43 mil
aficionados? Volví un tanto aturdido, sí, el coach me dio indicaciones para la
jugada siguiente pero las olvidé y entonces hice lo que me nació: otra pantalla
sobre Cleaves, y el estadio volvió a llenarse de gritos.

Lo que sucedió después parece ahora casi insignificante. Los inspirados Sooners
se acercaron, los valientes Espartanos se aferraron a la victoria. Pero la imagen
que todos recuerdan es la de Eduardo Nájera saliendo del túnel, dejando su
propio, pequeño mundo. Así fue como los aficionados estadounidenses llegaron a
conocerlo. Fue la forma en que Eduardo Alonso Nájera Pérez, un enorme
mocetón venido de Chihuahua, entró inconscientemente a sus conciencias.

“MÁS MACHO”, decía el encabezado de una crónica de aquel partido. Esa noche
nació en Oklahoma el fenómeno llamado Machomanía. De hecho, una de las
esquinas del legendario Lloyd Noble Center, estadio de los Sooners, fue
bautizada con el nombre de Eduardo s Warriors, impreso también como el
número 21, de Eduardo en las camisetas de los mil 500 espectadores que la
ocupaban. Prohibido estaba el acceso a quien no vistiera así.

Piensa en voz alta el reportero: La imagen de Nájera se proyectó a todo el país
como la de un hombre fiero, de arrojo… Con voz firme comenta el canastero:
Cierto. Acaso fue uno de los días más importantes en mi carrera porque, aunque
ya mucha gente me conocía, después de esa noche las cosas nunca fueron
iguales en la localidad. Me dio más popularidad. De ahí sacaron, con mucha
imaginación, todas las historias de “hombre malo”, “hombre fuerte”, “hombre
macho”. Pero no por la forma en la que juego, sino sólo por esos minutos, ese
incidente que, por lo demás, es parte del juego. Y si eso hubiera pasado en
cualquier otra parte, me levanto igual: habría hecho lo mismo.

Vuela la imaginación del reportero: Conquistar un estado como Oklahoma...
Observar las tribunas llenas, las pancartas. Los gritos, el ánimo, las emociones.
¿Qué pasa por la mente de un mexicano que logra todo esto?

Permanece la leve sonrisa en los gruesos labios de Eduardo, quien responde con
voz pausada: La verdad, nunca pensé en cosas así, pero ahora que lo mencionas,
a veces me pongo a analizar el pasado, lo que hice, lo que logré y, más que
nada, cómo reaccionó la gente, cómo todo se fue dando de la nada: en el primer
año, pasar por una extraña transición, llena de nostalgia. En el segundo, pensar
si me iba o me quedaba. Un tercero de estallido. Y el último año en Oklahoma,
prácticamente...

Apoteósico.

Exacto... La despedida, más que nada. Y ves, sientes la emoción que la gente
tiene por verte, las ganas... Su deseo de llegar a los juegos una hora, dos horas
antes, para buscarte aUn cuando sólo estás tirando, calentando... Eso es algo
que sinceramente no se puede describir; imágenes que se graban en cuerpo y
corazón. Inolvidable. Entiendo la pregunta, pero no sabría cómo contestarla. Eso
es lo que me impresionó: la reacción de la gente...

A propósito de imágenes: nos sorprendió una, en el juego ante los Cuernos
Largos de Texas (31 de enero; Nájera y Ávila consiguieron 31 puntos y 20
rebotes; Oklahoma ganó 83-59), que decía: “México, mándanos más jóvenes
como estos”...

Sí, la recuerdo dice Eduardo con naturalidad. Otra decía: “Eduardo para
Presidente”, y eso me llamó la atención, porque estás lejos de tu casa, en otro
país, y la gente te quiere. Y aunque suena a broma, me gustó. Me gustó mucho.
Hubo varias más que me hicieron voltear a verlas, porque eso es algo que tiene la
gente, allá: te dice lo que siente a través de frases ocurrentes, en pancartas. Y no
sólo en Oklahoma. En otras escuelas hacían letreros para hacernos enojar: una
vez jugamos contra Oklahoma State y tenían una que decía: “Where is your green
card?” Más o menos, “¿dónde está tu pasaporte?” Víctor y yo nos echamos a
reír. Tanto, que a la gente le extrañó, pues se suponía que nos daría rabia. Pero
no: son cosas que suceden como parte del deporte. En otra ocasión, en casa, se
leía un cartel de ESPN que decía: “Eduardo Score Points to Nigth” “Eduardo
Anota Puntos esta Noche”, y las mayúsculas eran: ESPN. Desde la esquina
Eduardo s Warrior, una chica gritó: “¡Eduardo, cásate conmigo!”, y estalló el
jubilo. Verlos felices, ruidosos, fue realmente emocionante.

Pero el fervor, dice la historia, fue epidemia que se extendió por toda la Unión
Americana. De alguna manera, y con sencillez, lo acepta Eduardo: Me sorprendió
que fuera de Oklahoma también me reconocieran. Fue impresionante cuando
estuvimos en la Final Four, ese campeonato del primero al 3 de abril, en
Indianápolis. Fui a ver los juegos, y me reconocieron. Todo mundo quería platicar,
acercarse, la firma, la foto. Es increíble cómo los fans de Carolina del Norte, o de
Michigan State, Wisconsin, Florida, personas con las hace poco nada tenía que
ver, ahora se sientan tan identificadas conmigo.



Un sueño casi realidad

El desierto al sur de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso es un vacío
manchado por matorrales. Por casi 200 años, apaches y comanches asolaron la
región desde el norte, atacando la frontera abierta y regando la tierra con sangre.
Tras la guerra MéxicoEstados Unidos, soldados estadounidenses, “vigilantes”,
siguieron sembrando el terror en el campo. No fue sino hasta principios del siglo
20 cuando los mexicanos empezaron a contraatacar a los del norte, a través de
un ladrón de ganado que se elevó a la prominencia en la desértica ciudad de
Chihuahua. Pancho Villa permanece como una figura mítica en la historia de
México, un Robin Hood que atacó los pueblos fronterizos estadounidenses y
ayudó a garantizar el triunfo de la Revolución Mexicana. En 1916, el general John
Blackjack Pershing fue enviado al sur a capturar y castigar al bandido. Pero Villa,
el único extranjero que ha invadido exitosamente Estados Unidos, nunca fue
capturado. Hoy, los bandoleros comandados por Villa que alguna vez se
congregaron en las montañas que rodean Chihuahua, han sido reemplazados por
chicos con la camiseta número 21 de Oklahoma, poderosas empresas
mexicanas ven la posibilidad de una nueva estrella de los comerciales, y los
chihuahuenses se preparan para otro tipo de invasión. Este miércoles, si todo va
como se espera, Eduardo Nájera se convertirá en el primer mexicano
seleccionado para el basquetbol profesional.

¿Qué pasará en el draft? A los reclutadores les encanta la energía de Nájera.
“Cualquiera que sea el equipo para el que juegue obtendrá un honesto trabajo
diario”, señala Dick Percudani, director de reclutamiento de los Suns de Phoenix.

Hace un año Eduardo no pensaba en la NBA e inclusive en sus respuestas ante
la prensa relegaba el tema a segundo término; decidió primero terminar su carrera
universitaria, su elegibilidad como colegial y después hablar. Lo hace ahora: Ya
sueño con jugar en la NBA. Lo he estado esperando desde hace cinco años,
cuando llegué a Cornerstone y durante mi carrera con los Sooners. Al imaginar lo
que vendrá, lo que inclusive ya está sucediendo, como este viaje a México, me
pongo algo nervioso. Pero ya quiero estar en el mejor basquetbol del mundo.
Realmente no me interesa qué equipo me pueda escoger, aunque me inclinaría
por alguno cercano a México, como San Antonio, Los Ángeles, Houston, Dallas,
inclusive Orlando o Miami. Y, por supuesto, los Bulls.

¿Nájera como factor del resurgimiento de los alicaídos Toros?

Sueños son…

# posted by Pedro Díaz G. @ 8:12 PM 0 comments

Hockey, pequeño ajedrez



Hockey sobre hielo infantil

"Como un vertiginoso
juego de ajedrez"

PEDRO DIAZ G. /I

Parecen diminutos robots viajando de un lado a otro de la pista a gran
velocidad, envueltos en sus modernos equipos protectores, que funcionarán,
como viejas armaduras, para evadir a los rivales, dejarlos en el camino y
anotar el gol luego de cortar el hielo con las filosas navajas de sus patines: a
celebrar.

Son los pequeños jugando el hockey sobre hielo, deporte en el que se
conjugan velocidad, habilidad y estrategia. "Como en un vertiginoso juego de
ajedrez", dirá el estratega David Navarro, entrenador.

Oscar Iván O'Farril Cobo estuvo tres años jugando futbol, desde que cumplió
seis, y de aquellos primeros toques al balón poco quedaba; con el tiempo y
las prácticas lo hacia ya extraordinariamente. Y le gustaba. Pero aquellos
viajes vespertinos hacia La Herradura poco a poco fueron perdiendo interés
para el pequeño, pues su nuevo entrenador se esmeró en fastidiarle la
existencia.

-Por el entrenador ya no me gustó el futbol -confía--; nos regañaba mucho.
Era mala onda. Y entonces quise cambiar de deporte. Nos fuimos al beisbol
pero se me hizo demasiado tranquilo; a pesar de que no sólo me tocaba
cubrir el jardín sino que también estuve como pítcher, como cátcher...

No. Demasiada pasividad para un niño que tiene en la palabra inquietud una
de sus mejores definiciones.

-Vamos al hockey --pidió, entonces, a sus padres. Lo conocía poque un niño
de cuarto, con el que Oscar Iván no se habla, practica este raro deporte.

Después de una visita a la pista de Galerías-Reforma, el futuro inmediato
estaba decidido: a patinar.

-...A mí me gusta porque es rápido y rudo, pero también porque se necesita
de mucha disciplina, y eso te lleva a un acondicionamiento físico, y si le sumas
que es divertido. Por eso. Más que nada, por eso es que me gusta.

Las palabras son de Juan Miguel París, once años. Defensa de la selección
Pumas de la UNAM. Es otro de los pequeños que viajarán a Canadá en un
par de semanas más, lugar en donde enfrentarán a equipos de la provincia de
Quebec.

Dicen los libros que esta es una disciplina de las más rápidas que se conocen
y, a la vez, una de las más violentas. Que atrae a multitudes tan apasionadas
como las del futbol soccer en otras latitudes donde -pudiera pensarse-, el
clima no es propicio a tal exaltación.

-Y después de ver las escenas de la NHL (National Hockey League), los
golpes tan fuertes, las entradas, ¿qué sientes?

-...¡Uuuy!, tiemblo.

-¿Tiemblas?

-Bueno, no es que tiemble, pero como a nosotros los pequeños no se nos
permite más que bloquear y no hay contacto físico sino hasta las categorías
mayores, sí pienso ya en los body checks (chequeos con el cuerpo) y en
otros contactos. Y me entran algo de nervios. Pero a la vez espero con
muchas ansias llegar a las categorías más grandes.

Como Oscar Iván y como Juan Miguel hay, en México, ya un gran número de
pequeños practicantes del hockey que han visto en las pistas una nueva
fórmula para encontrar la felicidad.

-A mí lo que más me gusta, lo que le cuento a mis amigos es cuando, como
defensa, me toca enfrentar uno contra uno al ofensivo y le quito el disco. Eso
es lo que más me emociona -dice Juan Miguel, estudiante en el Liceo
Franco-Mexicano.

-¿Por qué el hockey y no otro deporte, como el futbol?

-Noooooo, si también juego futbol, pero en la escuela. Y tenis en el club.
Pero estar sobre los patines es algo único. Jugar hockey, lo platicamos entre
cuates, es como nuestro vicio: una vez que lo pruebas no quieres dejar de
hacerlo. Vas y vas y vas a la pista. Piensas y piensas y piensas en el hockey...

Es, el hockey sobre hielo, una disciplina en auge. Calcula la presidenta de la
Asociación de Deportes Invernales del Distrito Federal, Ofelia Navarro
Olavarrieta, que unos cinco mil niños lo practican en toda la República. En la
actualidad existen pistas en León, Puebla, Cuernavaca, Monterrey (cuatro),
Guadalajara, Estado de México y Distrito Federal (cinco más).

En la capital están Sportica, Pabellón Bosques, Galería Reforma, San
Jerónimo y Lomas Verdes.

Y en un intento por brindar más impulso a los equipos que participan en la
selección Pumas, y para reforzar los conocimientos de su entrenador, se
realizó una clínica a cargo de Michel Charron, director de la Escuela de
Hockey Camp Elite de Ottawa, quien con la ayuda de tres asistentes
impartieron un programa de trabajo apoyado en videocintas, prácticas de
pista y técnicas de scrimmage que reforzaron la formación de los niños y
ampliaron sus conocimientos respecto al tipo de equipos y técnicas que
enfrentarán en su viaje.

El itinerario de los partidos para Ottawa tienen incluidos dos juegos de
exhibición: la categoría mites se enfrentará al equipo Hull el 23 de enero; los
squirts lo harán ante rival por designar, el 29.

Para el viernes 23 y sábado 24, después del desarrollo de cuatro partidos, se
definirán las semifinales por eliminación de goles adquiridos por cada equipo.
La final será el día 25.

Integran a las selecciones, en infantil: Guillermo Bravo, Oscar Iván O'Farrill
Cobo, Daniel Pineyro, Luis David González, Ignacio Setien, Jorge Klipstein,
Andrés Ramírez, Andrew Cardin, Alejandro Rangel, Martín Ramos, Jerónimo
Alvarez, Carlos Tamer, José Salomón y Santiago Cuaik. En squirts están:
Marcos Siqueiros, Miguel Afif, Guillermo Castro, José Andrés Labrador,
Leny Rajunov, Eduardo Glennie, Jacobo Cassab, Ricardo Velarde, Juan
Miguel París, Jaime de la Rosa, Nocholas Cardin, Santiago Sánchez Navarro,
Alejandro de Antuñano y Eduardo Mariscal.

Tiene este deporte su propia selección, que surge después de un campeonato
nacional, sólo en las categorías juvenil hacia arriba. No antes.

Es por eso que el nivel infantil, carente de recursos por patrocinios, se maneja
por esfuerzos casi individuales.

"En muchas ocasiones -confía doña Ofelia Navarro Olavarrieta-- deben ser
los clubes y los mismos padres de familia quienes, con recursos propios,
consiguen torneos de invitación pagando cada quien los gastos del viaje. De
esta manera funciona. Las selecciones Pumas que viajarán a Canadá, por
ejemplo, surgieron del esfuerzo de las pistas en las que trabajan:
Galerías-Reforma, que por su tamaño sólo permite acceso a las categorías
menores y Sportica, para los más grandes".

Aunque son los juveniles, jóvenes de 16 años en adelante, quienes han
enfrentado a equipos profesionales de Europa y Lituania, a donde viajaron
recientemente, adueñándose del quinto sitio, comenta Navarro Olavarrieta.

-A mí me parece que este juego es padrísimo -dice entre risas José Andrés
Labrador, otro de los pequeños de la selección-. Un día fui a la pista a verlos
y me dije: lo voy a intentar y ya. Comencé patinando ahí desde entonces, a
los ocho años. Y me ha ido bien, porque ya he ido a Los Angeles, a
Thefordmines y a Montreal y estos viajes son muy pero muy divertidos. Yo
ya estoy emocionado.

Tiene un ídolo José Andrés en la NHL: Mario Lemiú, de los Pingüins de
Pittsburgh, centro.

Los testimonios de los pequeños hablan de la intensidad con que viven sus
tardes, inmersos en el intermitente ruido de las navajas en el hielo, similar a
cuando zumba un panal.

Gustan ellos de la movilidad que pueden lograr con sus patines y los cada vez
mejor elaborados sistemas que manda el entrenador y se satisfacen por cada
buena jugada que se comentará después entre familia.

Otro factor influye, de manera determinante, en el desarrollo del deporte, los
padres: no es deporte popular. Ellos deberán invertir en el equipo. Y unos
patines, los más caros, llegan a costar hasta 600 dólares.

Valdrá la pena por verlos soñar, así, con las piernas cansadas y el corazón,
pequeño, latiendo aprisa porque ya van subiendo al avión, ya están en
Canadá, ya en la final.

La creación del hockey data de finales del siglo pasado. Canadá. Y, como
debe suponerse, fue una derivación del hockey sobre pasto. Al principio
surgió como un medio de distracción creado por el ejército británico; se
jugaba con quince hombres por bando y carecía de reglas definidas. Se
atribuye a un regimiento de veteranos de guerra de Crimea la primera
utilización del puck en sustitución de la pelota, alrededor de 1860 en
Kingston, Ontario. Otras ciudades canadienses, sin embargo, se han
disputado el honor de ser cuna de este deporte, entre ellas, Montreal y
Halifax.

Mucho ha cambiado el reglamento del hockey.

Las reglas básicas, actuales, en México, son:

El juego se desarrolla en una pista de hielo de entre 25.9 y 29.8 metros de
ancho por 56 a 60.9 metros de largo. La acción está repartida en tres
periodos de 20 minutos cada uno, como máximo, de acuerdo con la
categoría, y los dos equipos tienen 6 hombres en sus respectivas formaciones.
Este es el número de jugadores en activo sobre la cancha, pero generalmente
cada alineación tiene de once a 18 hombres que se van rotando durante el
juego. Esto se debe a las penalidades -varios minutos fuera del partido-
ocasionadas por brusquedad en la cancha, que obliga a la continua sustitución
de jugadores.

El objeto del juego es, por supuesto, introducir el puck -un disco de goma de
siete centímetros de diámetro y 2.3 de espesor- en la portería contraria. Cada
jugador se vale de un palo o stick de madera, curvado en su extremo inferior,
y con una longitud de 1.34 metros como máximo. El stick usado por el
portero es ligeramente mayor, especialmente en la hoja o extremo inferior.

El área de juego está dividida en tres zonas: defensa, central o neutral y
ataque, mediante líneas de color azul. En el centro de la zona neutral hay una
línea roja equidistante de las azules y un círculo azul de un metro de radio.
Hay cuatro círculos rojos, de igual tamaño situados a ambos lados de la
portería.

Las posiciones son: portero, defensas -izquierdo y derecho-, centro, y alas
-derecha e izquierda-.

La duración de los juegos dependerá de la categoría, pero siempre serán tres
periodos no mayores a los 20 minutos. Habrá 5 minutos en caso de empate:
muerte súbita. Un equipo anota cuando dispara el puck, o disco, en la
portería contraria y rebasa la línea roja del gol. Cuando un jugador envía pase
a su compañero y éste anota, se le dará una asistencia.

Las características principales, por posición:

Portero: evita que el puck entre a su portería y él puede utilizar cualquier parte
de su cuerpo o de su equipo protector.

Alas: ofensivamente ellos patinan a los costados e intentan meter gol. A la
defensiva tratarán de interrumpir las jugadas del rival y frustrar sus disparos.

Centro: Dirige el ataque como coordinador de las jugadas (como atacante y
defensivo) maniobrando sólo por el centro de la pista. Intercambia pases con
sus dos alas para colocar disparos en la portería contraria. Defensivamente
trata de romper las jugadas del contrario.

La cantidad máxima de jugadores en la banca es de 18, dos porteros y tres
coaches o asistentes.

Arbitros. Tres. El principal supervisa el juego, marca los castigos, determina
los goles y marca el face up (inicio, o reinicio del juego) al centro de la pista,
al comenzar cada periodo o después de cada gol.

Dos más, de línea: marcan los offsides. Podrán recomendarle al árbitro
principal la marca de algún castigo, pero no podrán parar la jugada.

Anotador: determinará cuáles deberán obtener créditos por goles y
asistencias. Será la autoridad final para la acreditación de puntos.

Entra la danza.

Y la gracia, el talento, la fuerza, la vitalidad, el espíritu, la entrega, pero
también la diversión, la emoción y el vértigo, en este viaje hacia los límites de
la imaginación, en donde "lo que más me gusta es patinar a gran velocidad",
dice José Andrés.


Bueno para unos; insuficiente, dicen otros.

# posted by Pedro Díaz G. @ 9:32 AM 0 comments